Fueron Doc y Marty en la película de “Regreso al futuro” quienes predijeron que en octubre de 2015 existirían los coches voladores, zapatillas autoajustables, gafas con inteligencia artificial  o ropa con función de secado automático. Es decir, predijeron una sociedad que había hecho uso de la tecnología para facilitar su vida, lo que ellos no sabían es que este cambio iba a suceder debido a una Pandemia.

 La realidad no se aleja de la fantasía. Las empresas y grandes corporaciones lo tienen claro, si quieren llegar al nuevo cliente han de adaptarse a la situación que rige el coronavirus. 

El escenario principal de clases, reuniones, compras, trabajo, etc. es el hogar, estamos socializando y realizando nuestras tareas a través de pantallas las cuales se convierten en la puerta principal de entrada al consumismo. 

 Podemos verlo desde dos extremos, el complicado y el sencillo. Complicado ya que nuestras necesidades han cambiado, es lógico que en estos tiempos no hayamos gastado lo mismo en ropa que en artilugios para el hogar, las marcas tienen que llegar a nosotros de otra manera si realmente quieren mantener el cliente “online”.  Y sencillo pues con un solo clic podemos realizar cualquier tipo de transacción o compra. 

 Según un informe de IPSOS el consumidor ahora da una mayor preferencia al ahorro, es un consumidor que está más concienciado con la salud  y el medioambiente. Busca marcas que tengan un compromiso social y unos valores humanos a la altura de sus exigencias. Por todo esto en los próximos meses se producirá una digitalización de servicios que anteriormente requerían la personificación física de la persona  por parte de las empresas con el fin de sobrevivir alcanzando al nuevo consumidor. El mismo Banco Sabadell lo tiene claro; “Es imprescindible llevar a cabo una estrategia que reorganice la empresa al completo y optimice el uso de las nuevas tecnologías, tanto en lo que se refiere a sistemas y equipos como en la forma de procesar los datos y la manera de interactuar con el entorno, sobre todo con el cliente”.

 En su comienzo esto significará un reto hasta lograr la adaptación, una vez lograda otorgará a las marcas y empresas ventajas a la hora de conocer mejor al consumidor. La relación que se va a crear entre ambas partes va a ser más duradera y fuerte que anteriormente, lo que les proporcionará a las empresas la seguridad que tanto necesitan para sobrevivir.

 Si eres una empresa aquí va mi consejo: reinvéntate, localiza que es aquello que mueve a tus consumidores y exprímelo. Asegúrate de que tu imagen corporativa es la correcta ya que ahora mas que nunca será la puerta de bienvenida para tus clientes. Es el momento de apostar por la empatía, la cercanía y la confianza.