Para los millenials IG, para la generación Z Snapchat y para la futuros nativos digitales aún no lo sabemos. Lo que si es cierto es que toda persona que tiene conexión a internet tiene al menos una red social. ¿Crees que esta Hiperconectividad este cambiando nuestro comportamiento?

Cada vez es mas común ver a niños desde temprana edad teniendo un celular en las manos, ya sea viendo videos de youtube o en una app de juegos. Los adolescentes sueñan con convertirse en influencers. Es más, ya tenemos cursos, en los que personalmente colaboro, como el de la Universidad Autónoma de Madrid, sobre como serlo. Nuestra percepción de la vida se ha visto interrumpida por stories llenos de viajes y post con miles de like.

¿Quien eres social media vs quien eres el vida real? Un feed lleno de filtros, momentos de felicidad, comida increíble, viajes inigualables… Son tan pocos los post que podemos ver de alguien influyente hablando desde la vulnerabilidad o expresando un momento de tristeza. ¿Que no se muestre quiere decir que no existe?¿ Nuestros hijos, nietos crecerán pensando que los momentos difíciles no existen?

Elegimos la mejor foto, miramos subir el número de likes. Algunos psicólogos advierten sobre el efecto de aislamiento o de ansiedad que pueden producir las redes sociales sobretodo a edades más temprana. Con todo esto, no quiero decir que tener un perfil en IG, FB, etc… sea malo. Solo quiero poner sobre las mesa los temas que no se hablan, crear consciencia que todo exceso puede ser perjudicial. Disfrutemos todos pero de manera responsable.