La emoción en las marcas
Una marca que no cautiva está destinada al fracaso. La evolución del mercado y de la sociedad junto con el gran auge de la conexión emocional han hecho que las marcas se acerquen a las personas, no solo para impactar desde el ámbito publicitario sino desde el ámbito personal para crear relaciones de largo plazo (fidelidad).
Antes las marcas de lujo eran las especialistas en el trato personalizado, en la creación de una experiencia única para cada cliente. Sin embargo, ya vemos diferentes empresas en donde la prioridad es la customización, un ejemplo de estas marcas son: Mango, Adidas, Nike, H&M.
Si tienes una marca y quieres ganarte el corazón de las personas te dejo unos tips que debes tener en cuenta:
De consumidores a personas: No pienses en tus clientes como alguien que compra y se va, debes cambiar el chip. Tus clientes son personas a la cual despertar emociones positivas y crear una relación duradera.
La confianza como mantra: Las personas ahora quieren transparencia, compromiso y valores que vayan afines con su estilo de vida. Ten claro qué tipo de marca tienes y comienza a expresarlo de la manera correcta.
Más que un sentimiento: Un producto es ese algo material al que pones un precio, pero la experiencia al adquirirlo no tiene precio y esto es lo que más debes cuidar dentro de tu costumer journey.
Del producto a la experiencia: Una marca que crea una emoción es capaz de meterse no sólo en la memoria de las personas sino también en el corazón. Esto crea propuesta de valor y diferenciación de otras marcas.
Aspiracional y cercano: Cuando hablan de una marca, se crea el llamado voz a voz. Esto hace que el reconocimiento aumente y entre en las mentes de la personas como una marca que quieren por preferencia.
Estos conceptos aunque están aplicados al branding de una marca, también lo puedes llevar a tu vida personal, a tu imagen. Porque tu branding es lo más importante y lo que llegues a transmitir a una persona es tu arma más poderosa.