El ritual de un optimista

Si has sentido que es imposible controlar si te despiertas o no en el lado "derecho" de la cama, no serías el primero. Muchos de nosotros luchamos con los pensamientos negativos que tienen prioridad sobre los pensamientos y sentimientos positivos sobre nuestra situación actual, el futuro previsible, e incluso el hipotético.

La buenísima noticia es que el optimismo se aprende, se puede practicar así que no  estamos permanentemente condenados a ser cínicos malhumorados. Pero también significa que tenemos trabajo por delante para conseguir ejercitar el músculo de la resiliencia. Un optimista es realmente alguien que ve los obstáculos y los contratiempos, pero los ve como algo temporal y algo que tiene la capacidad de superar. La búsqueda de la felicidad y la alegría se trata tanto del sentimiento como del trabajo para llegar allí que no se te olvide. A continuación encontrarás herramientas personales para trabajar tu optimismo. Quiero sobre todo prepararte trabajando el exterior para que lo acabes sintiendo en tu interior! 

Comencemos por realizar 5 simples pasos:

1. ¡Nada como un poco de ejercicio físico para empezar el día! Hacer deporte significa generar endorfinas, pequeños neurotransmisores que nos llenan de una sensación de felicidad y de paz. Solamente necesitas 20 minutos de movimiento al día para ser más feliz.

2. ¡Pon música! ¡Mientras te duchas, canta, baila! No permitas que tu mente te lleve a ningún otro lugar más que a cantar tus canciones preferidas. Es un mindfulness adaptado al optimismo. 

3. Elige una corbata, una camisa, un pañuelo, lo que sea, naranja. El naranja 🍊 trasmite entusiasmo, anima a los decaídos y a ti, el primero. Hoy te permito azulón, rosa intenso, amarillo y naranja y colores muy claros para combinar con ellos. ¡¡Negro o cualquier color oscuro, terminantemente prohibido!! 

4. ¡Quiérete! Pelo impecablemente peinado y limpio, maquíllate y mírate al espejo mientras dices “Que estupend@ soy”. El amor propio abre una puerta vital al optimismo, estar cómodos en nuestra piel es uno de los primeros pasos. 

5. Crea tu propio ritual matutino. El humor con el que empieces el día va a afectar al resto de tu día. Antes de salir por la puerta, salta, estírate, muévete. Hombros hacia atrás, saca pecho y respira hondo durante 10 segundos. Cuando estés listo fija la mirada al frente y  dibuja una sonrisa en tu cara. Esta es la preparación previa al enfrentamiento con el mundo exterior, tú puedes. 

¡Listo para mostrarte optimista! Si los demás creen en tu optimismo, tu acabarás siéndolo y sintiéndolo.

Por ultimo, ayúdate con estos últimos tips: 

6. Saluda a quien te encuentres. Unos buenos días o cualquier tipo de gesto amable y educado hacia cualquiera es un gran detalle de un optimista empedernido.

7. Mantén durante todo el día tu cuerpo abierto. Es decir, hombros atrás, manos fuera de los bolsillos, pecho fuera, mirada al frente y a los ojos. Cuando te sientes, ocupa espacio. Nada de cerrar piernas o brazos. 

8. Tu tono de voz ha de ser alto, claro y pausado. En tu mensaje evita las palabras no, imposible, ya veremos.. y cámbialas por siii, por supuesto, estupendo...

9. Interésate por la gente. Un optimista, reparte alegría. Si no sabes que decir, tan solo saluda y di, que bien te veo hoy. 

10. Alimentación sana y ligera. Te hará sentir mucho más activo y positivo . Eso de las películas de “hoy estoy deprimido y decido darme un antojo” Ni hablar! No solo te sentirás más deprimido, si no más hinchado y posiblemente con más ansiedad.

11. Desafíate a ti mismo para encontrar un punto de crecimiento (aunque sea pequeño) en situaciones menos que ideales. En lugar de pensar en lo que salió mal, piensa que has aprendido. 

12. Comprueba tus expectativas. Nuestro cerebro es un órgano de anticipación. Constantemente se anticipa a lo que viene y cuanto más esperes que algo suceda, más probable es que tu cerebro haga todo lo que esté en su mano para que ocurra , ya sea bueno o malo. Cada día puedes concentrarte en algunas cosas que anticipes para tener un resultado positivo. 

Si adoptas estas pautas a tu día a día, empezarás a ver el mundo de otro color. ¡Pruébalo y te sorprenderá!