Receta para una felicidad duradera
/La receta de hoy es diferente a las que hemos hecho anteriormente, ¿Por qué? Porque a pesar de utilizar los mismos ingredientes a todos nos sabrá de manera diferente. Es una receta que lleva tiempo y esfuerzo, requiere constancia y cuidado. La felicidad hay que practicarla.
Tomamos como base de la receta de hoy la asignatura “Psychology and the Good Life” de la Universidad de Yale la cual se ha convertido en la más famosa de toda la Universidad.
Ingredientes
+ 2 kilos de desengaño: no dejes que el autoengaño te amargue esta receta. El primer ejercicio es sencillo, haz una lista de cosas que crees que te harán mas feliz. Cambiar de ciudad, salir de tu casa, comer en tu restaurante favorito...Nuestro cerebro nos intenta convencer de que si conseguimos esas cosas seremos más felices. Date cuenta que 90% de lo que crees que te hará feliz realmente no lo hará. Desengáñate.
+ 4 cucharadas de 40%: de fábrica venimos con el 60% de nuestro ADN definido pero tenemos un 40% listo para pintarlo como lo está un lienzo en blanco. Este 40% está compuesto de pensamientos, hábitos, acciones... y solo nosotros somos responsables de lo que hacemos con él.
+ 300 gramos de hedonismo: el hedonismo busca el placer y el bienestar en todos los ámbitos de la vida. Debemos ser cautelosos y tener cuidado de no quemarnos y adaptarnos ya que sino caeremos en acostumbrarnos y perder toda ilusión de las primeras veces.
+ 100 ml de resiliencia: desde pequeña me ha encantado esta palabra. Significa la capacidad de las personas de superar la adversidad y seguir proyectando hacia el futuro en vez de quedarse estancado. Son las ganas que ponemos en la búsqueda de esta felicidad, la intensidad y el esfuerzo personal.
+1 cucharadita de self-love: nos hace mucha falta a todos los niveles. Siempre andamos comparándonos con el de al lado; tiene una casa mas grande, un trabajo mejor, unas piernas más largas...Esa comparación continua nos alejan de nuestras metas ya que focalizamos la atención en nuestra desdicha en vez de cultivar y perfeccionar la nuestra.
+Horno a 1000º: la felicidad en nuestra vida se mueve arriba y abajo como la temperatura en un termostato. Por ello está en nosotros poner el límite de la temperatura lo más alto posible para aspirar con fuerza a tus metas.
Importante: No eches anhedonia en esta receta. La anhedonia es lo que nos impide disfrutar de la vida, anula el placer, el interés y la satisfacción. Muchas veces nos ponemos metas tan altas que los pequeños logros no nos generan felicidad. ¡No seas así! Disfruta de la vida, de lo bueno y de lo malo. Aprende y sigue adelante. Los pequeños logros también son importantes y las pequeñas derrotas nos hacen más fuertes.
Y encima os traigo una noticia buenísima, la Universidad de Yale a decidido adaptar el curso a metodología online y es completamente gratis. Aquí os dejo el enlace para apuntaros: Curso "La Ciencia de la Felicidad"